Ya hace un buen tiempo que vengo diciéndome esta frase mientras camino y trabajo cuando estoy corta de tiempo: Si hubiera...
Si hubiera salido antes, si hubiera hecho esto antes, si hubiera adelantado la entrega, si hubiera, si hubiera, si hubiera. Cuando me doy cuenta de que mis días, mis horas y mi cabeza se ciegan con esa frase me consume una rabia y un desconcierto inexplicable... ¿cómo es que acabé así?.
Trato de convencerme de que lo que hago lo hago por iniciativa propia, pero no puedo mentirme a mí misma. Estoy cumpliendo el sueño de alguien más ¿de quién?, ¿por qué me asignaron esto?, ¿cuándo lo pedí?, ¿y por qué no soy capaz de dejarlo y abollar con pies descalzos el suelo del camino que no ha sido recorrido?Publicado por Revelaciones de un añil opaco el jueves, 27 de agosto de 2015 a las 1:02 a.m.