Acá estamos, estaremos y nunca saldremos.
Desalmados, desapasionados, con la vista perdida en un futuro invisible. Con el corazón en mano forzándolo a palpitar. Desesperados por erradicar la miopía de la ira que suprime nuestra bondad. Fuera de lugar. No sé. ¿En serio?, listo.
Desconcertados por cómo funciona el mundo. Frustrados de que lo acepten y lleven con facilidad.
No aguantamos, llegamos para presenciar el tiempo a velocidad normal, pero personas ajenas al añil lo han detenido. Han pausado nuestras vidas. Estamos en la parte de atrás y el lente no logra enfocarnos. ¿Cómo?, no me gustan los números. ... ¿Qué?...
Exterminio.Publicado por Revelaciones de un añil opaco el domingo, 9 de agosto de 2015 a las 3:44 a.m.