No es lo mismo irse de casa en casa, que irse de casa a un lugar completamente desconocido donde por obligación se va a estar solo. En el primer caso es posible volver con el rabo entre las piernas a aguantar las mofas de todos y aprovecharse de la comodidad de la familia; en el segundo caso, lamentablemente si fracasas, estás destinado a refugiarte en las esquinas de los teatros, en la oscuridad de los callejones, etc.Publicado por Revelaciones de un añil opaco el sábado, 17 de mayo de 2014 a las 10:48 p.m.