Hace unos días fueron a mi colegio a dar una charla sobre cómo decidirnos qué estudiar para armar nuestro futuro y así llegar a ser felices, pero aislada en mi reflexión mientras todos lucían expectantes ante los puntajes en exposición surgió en mí un sentimiento de desconcierto... ¿es que acaso la única manera de encontrar felicidad es mediante la elección de una carrera?, no dieron más opciones que esa, lo que produjo en mí un total desacuerdo. Últimamente la gente piensa en una carrera no para ser felices, sino para saciar sus deseos de comprar y comprar queriendo ocultar ese vacío del que a veces no son siquiera conscientes, y si lo son, desconocen su provenir. Yo creo que aquel síndrome de vacío en la actualidad se debe nada más ni nada menos a que nos hemos desprendido completamente de la naturaleza. No somos siquiera capaces de reconocer el silbar de las aves, tampoco los frutos que emergen de ésta.
Personalmente creo que la elección de una carrera debería tomarse cuando existan verdaderos deseos de profundizar en aquello que nos gusta. Eso de cumplir dieciocho e inmediatamente y muchas veces por obligación tener que ponerse a estudiar algo de lo que ni siquiera estamos seguros lo encuentro absurdo. Muchos dicen que es necesario para que después no te rompas el lomo trabajando, pero ¿romperse el lomo trabajando para qué?, ¿para comprar más cosas de las que necesitamos?. ¡ESO DETESTO DE LA GENTE, PIENSAN QUE MIENTRAS MÁS COSAS ADQUIEREN MÁS PRÓXIMOS ESTÁN DE MORIR FELICES Y EN PAZ!
Pienso desaparecerme por unos años para hacer lo que me plazca, y cuando tenga verdaderos deseos de estudiar, lo haré. ¿Y cómo me voy a mantener?, fácil, haciendo trabajos de vez en cuando, al fin y al cabo... no necesito grandes cantidades de dinero para sonreír con el alma.Publicado por Revelaciones de un añil opaco el jueves, 22 de mayo de 2014 a las 11:27 p.m.
