¡Lo sabía, lo sabía, lo sabía!, creía estar perdiendo mi capacidad para captar a la persona en esencia, pero me equivoqué. Estos últimos días me inquietó bastante la incertidumbre que tenía respecto al sentir de aquella persona conmigo, pero ayer, al estar cerca, mis dudas desaparecieron. Mi ente actúa como un escáner, recopila información para luego reproducirla en vídeo y ayer supe que la quería bastante, pero que no era suficiente como para negarse a confundirse por mí.
el problema (que me decepciona bastante) es que no lo quiera admitir.
L
Publicado por Revelaciones de un añil opaco el domingo, 20 de abril de 2014 a las 6:08 p.m.