Desistiré, no puedo permitir que algo tan corriente me lleve de vuelta al encierro extremo. Tengo que admitirlo, de no haber sido por mis innecesarias vacilaciones en el asunto todo habría sido distinto. Pensé tanto en lo que no quería que sucediera que terminé yo misma armando la situación desagradable que ahora me tiene con un temperamento monstruoso, pero ya he decidido que es tiempo de azotar la cabeza contra la muralla, caer de espaldas, orientarme, pararme y hacer borronazo y cuenta nueva. *anul.nellar@gmail.com*
métanse el amor por la senda raja conchetumadres.
Publicado por Revelaciones de un añil opaco el jueves, 24 de abril de 2014 a las 11:01 p.m.