página principalperfilseguir
Las horas transcurren como si nada, haciendo caso omiso a las súplicas de una adolescente que busca desesperadamente retornar a sus tiempos.
En uno de mis romances inconclusos, inconscientemente, creamos lazos de conciencia. Sabemos perfectamente que -a pesar de ya pasado los años- nos pertenecemos. Y no de una forma pasional sino más bien de una forma existencial. Ya no hablamos como solíamos hacerlo (aunque en realidad nunca mantuvimos una charla más de cinco minutos), pero estamos presentes en el cuerpo del otro. Venimos de donde mismo y nuestras preocupaciones se deben a ello. 

*de apoco está volviendo*
Publicado por Revelaciones de un añil opaco el sábado, 26 de abril de 2014 a las 12:20 a.m.
Entradas recientes | Revelaciones de un Añil | Entradas antiguas