Últimamente siento que me he lamentado mucho, ¡pero cómo no hacerlo si cada día se descubre un pena nueva!. Por ejemplo hoy, me han informado que mi gato regalón, el que se va pero que siempre vuelve, tiene leucemia y algo renal... al salir del veterinario la reserva de lágrimas colapsó y desde más o menos las dos y media de la tarde no para. Y creo que no parará hasta después de unos días.
No sé cómo lo voy a hacer cuando vengan, dentro de esta semana, a ponerle la inyección y tenga que tenerlo en mi regazo hasta que deje de respirar... (porque sí, es necesario, según el doctor está sufriendo mucho)
Estoy devastada, ese gato me ha llegado más que todos los anteriores que he tenido.
... ¿qué voy a hacer?
Publicado por Revelaciones de un añil opaco el sábado, 1 de marzo de 2014 a las 11:32 p.m.