página principalperfilseguir
Las horas transcurren como si nada, haciendo caso omiso a las súplicas de una adolescente que busca desesperadamente retornar a sus tiempos.
Cada año que pasa me vuelvo más callada y reservada (cada mes en realidad). Temo que con el transcurso del tiempo quede aislada de todo, sumergida en una ignorancia grotesca, dentro de paredes que por fuera sirven de apoyo a la gente emborrachada por la vida.
Me inquieta profundamente el cómo apresuro las horas, ¡¿dónde está el botón de apagado?!, ¡por favor!, ¡por favor!, ¡por favor, en momentos de estupidez perdí de vista el manual de instrucciones!

Si muero rápido, no quiero sin antes haber mezclado mi piel con la de él.
Publicado por Revelaciones de un añil opaco el sábado, 1 de marzo de 2014 a las 2:23 a.m.
Entradas recientes | Revelaciones de un Añil | Entradas antiguas