Al parecer las cosas entre la vida y yo se han puesto un poco malas. Ni siquiera me doy el tiempo de cuestionarla porque realmente ya no me importa, ya no me asusta.
He vuelto al principio de esas miradas perdidas durante largos minutos observando el blancor de una mente sin recuerdos terrenales con una única pregunta ensuciando la puesta en escena: ¿Cómo es posible que estando rodeada de tanta gente me sienta tan sola?. Rallen dice: ''¿no que te gustaba la soledad?, tienes una mente compleja.'', Luna dice: ''Disfruto de la soledad, no el sentirme sola. Es distinto.'', y Rallen dice: ''es lo mismo.'' y me pongo a pelear con ella, le saco la cresta y después de eso me vuelvo loca y me pongo a practicar telekinesis hasta quemarme los ojos.
Chao conchetumare.
Publicado por Revelaciones de un añil opaco el viernes, 24 de enero de 2014 a las 1:58 a.m.
