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Las horas transcurren como si nada, haciendo caso omiso a las súplicas de una adolescente que busca desesperadamente retornar a sus tiempos.
Estoy deseosa de salir, pero no encuentro a nadie disponible, ¡que pena mi vida!
Tengo unas cuantas opciones: (siempre con las opciones...)

-primera: Salir con mis padres a comer por ahí
-segunda: quedarme a leer estupideces
-tercera: quedarme a gritar
-cuarta: quedarme a pintar
-quinta: recurrir al pasado y ponerme nostálgica
-sexta y última: ir a ver a mis trillizas (en una de esas, quizá hoy hagan algo distinto de lo que habitúan hacer)
Publicado por Revelaciones de un añil opaco el viernes, 15 de noviembre de 2013 a las 8:56 p.m.
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