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Las horas transcurren como si nada, haciendo caso omiso a las súplicas de una adolescente que busca desesperadamente retornar a sus tiempos.

Algunas personas tienden a la buena suerte, algunas tienen suerte de tener padres extremadamente esforzados y algunas tienen que conformarse con poco; ese es mi caso.
Quiesiera hacer tantas cosas, pero el dinero lo imposibilita todo. "Estudia para que cuando seas grande te vaya bien y recibas un buen sueldo" dicen algunos, pero todas las cosas se reducen en esta etapa de la vida, no quiero esperar más. Detesto que todo sea pensar a futuro, no existe el futuro. Por lo menos no en la tercera dimensión.

Detesto también que debamos pagar por viajar alrededor del mundo (que es nuestro por cierto). Que tengamos que pagar por comer, por dormir, por despertar, por vivir y morir.
y aún así, una vez muertos... ¡debemos seguir pagando!

Publicado por Revelaciones de un añil opaco el viernes, 18 de octubre de 2013 a las 1:02 p.m.
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