página principalperfilseguir
Las horas transcurren como si nada, haciendo caso omiso a las súplicas de una adolescente que busca desesperadamente retornar a sus tiempos.

(En días como estos me gustaría tener a alguien que me abrazara por el espalda, me besara el cuello y los hombros.)

Quería un poco de calma, así que decidí venir al patio, pero a los segundos vino mi tía y me obligó a ver como sus perros le quitaban sus zapatos.

Publicado por Revelaciones de un añil opaco el viernes, 18 de octubre de 2013 a las 8:28 p.m.
Entradas recientes | Revelaciones de un Añil | Entradas antiguas