¿Es posible que sea cierto?, me siento como una niña con muchas barbies.
De la nada, este tipo apareció. Adormeció mi percepción de la realidad, y aunque a futuro esto me traiga consecuencias (quién sabe si malas o buenas), no me importa.
Hace dos días atrás, en mi mente proyecté mi corazoncito personificado en una puerta con bracitos, los cuales dejaban ésta entreabierta. Mentalmente le dije: ''ciérrate, no es tiempo de dejar pasar la luz'', y ésta se cerraba un poco vacilante. De todas maneras, no le permití que se cerrara con llave, por si las moscas. Es hora de darle una segunda oportunidad al culiao maraco y maricón que es el amor.
Etiquetas: amor, brazos, corazón, felicidad, feliz, puertas, segunda oportunidad, segundas oportunidades
Publicado por Revelaciones de un añil opaco el miércoles, 27 de marzo de 2013 a las 11:50 p.m.