Existimos personas a las que se nos hace imposible general lazos que persistan, que nos obligue a establecernos en un sitio o que nos motive a definir alguna clase de destino. Existimos personas desligadas a la familia, a las tradiciones. Somos el tipo de personas a las que tildan de malagradecidas o egoístas por no considerar al resto en nuestros proyectos, pero ¿que más puede hacer un individuo que nace libre de ataduras físicas y emocionales?. ¿se deberá tal ves, a que nuestra alma es tan inteligente que tiene consciencia de que, no sólo en ésta, si no en todas las vidas por venir, tendrá la posibilidad de compartir con las mismas personas y por ende no se limita al hecho de que sus decisiones o partidas puedan herirlas?
Hoy en día el mundo se mueve por las emociones que genera en el resto y se desentienden por completo del propio sentir. Recaen en la ignorancia de sus deseos lo que inevitablemente conduce a un sentimiento de vacío; un ser humano infeliz.
Publicado por Revelaciones de un añil opaco el sábado, 30 de diciembre de 2017 a las 2:23 a.m.