He vuelto, del doce de octubre a un cuatro de noviembre.
La distancia entre estos yace en un mundo hecho primeramente a mano para luego ser computarizado y darle movimiento del cuál sólo he visto 6760 minutos. Aún no me canso y no creo que lo haga, pero me he venido dando cuenta que estoy descuidando cosas de las cuales debiese estar primordialmente atenta.
26 días de inasistencia en la vida real académica, acá... 23; como siempre, llegando a tiempo.
Publicado por Revelaciones de un añil opaco el martes, 4 de noviembre de 2014 a las 11:23 p.m.