De forma exponencial mi fuerza, mi integridad, mi psicología, mi felicidad y mi alrededor van creciendo a la par con la materia. Sonrío ante la mentira, la escupo y apelo a darle una de mis mejores miradas sombrías.
Hay flores por todas partes, mis ojos se han abierto de piernas ante la humanidad que busca desesperadamente introducirme sus genes para hacer nacer futuros esclavos, y a pesar de meter, sacar, meter y sacar reiteradas veces no lo han logrado; me limito a cruzar los brazos detrás de mi cabeza y dejarme hacer, disfrutar del espectáculo.
Publicado por Revelaciones de un añil opaco el sábado, 2 de agosto de 2014 a las 1:28 a.m.
