No sé si este cambio se deba a que estoy madurando a mi manera o simplemente a que estoy próxima a ovular. Siento que las puertas yacen abiertas de par en par al igual que las ventanas por las cuales se cola un viento esperanzador, armónico y lleno de amor. Amor a la simpleza, amor a las caricias, amor a ser persona.

Primera vez desde hace dos años que no me siento perdida. He planeado tanto el qué será de mí a futuro que no me he dado cuenta que las cosas maravillosas de la vida pasan delante mis ojos casi suplicantes para que las aprecie. ¿Por qué he de preocuparme del futuro si éste es tan relativo?, go to hell bitches, no me interesa.