A la gente comúnmente le impresiona que una persona goce de no hablar mucho en un mundo dónde la comunicación es el pilar de todas las cosas. A la gente la impresiono, la inquieto y muchas veces desagrado por no hacerme parte de las conversaciones en las que estoy presente. Me gusta oír y más que todo observar la forma en que las personas desarrollan una idea, manifiestan su odio, su alegría, sus pesares, su indignación. La sin expresión, escucho en sus consciencias, pero la tengo, y yace en el sigilo, en el anonimato que desconcierta, en ser la escudera de mis emociones sin dejar que nadie llegue nunca a manipularlas, en lo gráfico y en lo representativo. En el silencio. Soy hija de la tierra, del agua, del aire y del fuego; manifestaciones silentes y sumamente ruidosas.
...en el silencio, como equívocamente se cree, no siempre hay sumisión.Publicado por Revelaciones de un añil opaco el martes, 22 de julio de 2014 a las 3:08 p.m.