Quiero mi espacio propio, aunque sea el departamento más roñoso de la historia, lo quiero.
Quiero no tener que esconder las cosas que suelo esconder acá en la casa de ellos. Quiero poder darle chipe libre a él para cuando regrese de España. (Me dijo que seguramente no lo esperaría pero se equivoca. Lo que no significa que deje de huebiar con otros.)
Quiero poder llenar los ceniceros y vaciar cajas de vino cuando las cosas se tornen nostálgicas y/o aburridas.
Quiero poder disfrutar de la soledad que ya es una de mis mejores amigas junto a la ira.Publicado por Revelaciones de un añil opaco el lunes, 18 de noviembre de 2013 a las 12:55 a.m.