página principalperfilseguir
Las horas transcurren como si nada, haciendo caso omiso a las súplicas de una adolescente que busca desesperadamente retornar a sus tiempos.
Dieciséis años viviendo junto a una familia particularmente extraña es... algo alocado.

Una madre que habla a los gatos como si éstos fuesen bebés, un padre amante de la vida y el arte que tristemente se esconde detrás de un disfraz que no le sienta, a mi parecer, muy bien. Un hermano que la mayoría del tiempo permanece ausente, una abuela maniática de la limpieza y un primo que poco a poco se adentra al palacio de la delincuencia (aunque a mi parecer, él solo quiere llevarle la contraria a la corriente)

Es raro, ¿no creen?, se supone que los hermanos menores siempre tienen de ejemplo a seguir a sus antecesores, pero a diferencia mía, mi ejemplo a seguir es ese chiquillo malo de la película, que lo único que hace es meterse en problemas y ahogarse en latas de cerveza. 

Estamos a marzo, recientemente entrando a clases junto a un curso desconocido que me desanima por completo. De no ser por una amiga que milagrosamente logró quedar conmigo, aquel sería un verdadero martirio. Es un nuevo comienzo no tan distinto al anterior. 

Etiquetas: , ,

Publicado por Revelaciones de un añil opaco el sábado, 16 de marzo de 2013 a las 11:30 a.m.
Revelaciones de un Añil | Entradas antiguas